por Nir Boms y Terry Newman
Europa está creciendo con rapidez. Afrontando inmigración, nuevos estados miembros y constantes conversaciones de acceso, Europa se encuentra planteándose de nuevo una cuestión antigua: ¿de qué trata Europa? La respuesta tiene que ver con valores – valores europeos centrales que necesitan ser expresados en positivo con el fin de que sean la fuerza motriz de una Europa en renovación.
Europa necesita iniciar un diálogo acerca de sus valores centrales con el fin de definir y defender las interpretaciones aceptables frente a lo vulgar. Sin este diálogo, palabras como tolerancia, libertades individuales o respeto a la razón podrían perder parte de su significado. La etiqueta sobre la botella de vino se quedará, pero el vino se volverá vinagre.
¿Con cuánta frecuencia hemos escuchado hablar de “libertad de religión” utilizada para justificar la subyugación de la mujer? ¿O “libertad de expresión” utilizado para justificar el rechazo a la lógica y la razón? Solamente aportando definiciones positivas de sus valores centrales, Europa podrá proteger a sus ciudadanos y sus colectivos.
Una definición positiva – en lugar de una pasiva – excluye a la fuerza algunas interpretaciones. Esto puede ofender a determinados grupos de intereses. Pero, se necesita debatir los parámetros de qué vino es aceptable dentro de la botella y cuál no. Empecemos por tres valores centrales: la libertad de expresión, la igualdad de sexos y el respeto a la lógica y la razón.
La libertad de expresión debería permitirnos expresarnos con libertad – física, política y religiosamente – suponiendo que no ofenda abiertamente a otros. La clave de esta oración es “abiertamente“. De modo que tracemos unos cuantos ejemplos.
Físicamente, deberíamos poder vestir la ropa que queramos. La sociedad dictará las tendencias de moda, y nosotros podemos elegir adoptar o rechazar estos diseños. Pero todos deberíamos tener el pudor para cubrir partes íntimas en lugares públicos, y la decencia para mostrar nuestra verdadera cara en lugares públicos.
Políticamente, debemos tener derecho a elegir nuestros líderes. Debemos tener acceso a la información para elegir sabiamente, y la privacidad del voto con el fin de evitar la presión comunitaria.
Religiosamente, deberíamos tener derecho a “libertad religiosa” y a “libertad de la religión”. Los grupos de fe conforman una parte integral e influyente del tejido de nuestra sociedad. Con frecuencia añaden el ingrediente mágico que está ausente en un estilo de vida rutinario. Pero algunos no necesitan ni quieren el ingrediente mágico.
Es su elección. Y algunos elegirán interpretar sus tradiciones religiosas de modo distinto a la interpretación usual. Esto es visto como válido por algunos y como inválido por otros. Pero el Estado debe permanecer neutral. Es un tema personal entre el individuo y el Creador. Los líderes religiosos deben reconocer y respetar esto.
La igualdad de género debe permitirnos elegir nuestro propio destino al margen de nuestro sexo u orientación sexual. Exactamente igual que podemos determinar nuestro destino al margen del color de los ojos. Esto beneficia a los individuos, que pueden lograr la autorrealización, y a la sociedad, que maximiza su potencial productivo.
A hombres y mujeres se les debe dar las mismas herramientas para analizar, estudiar y pensar en el mundo. Sí, podemos desarrollar estas herramientas en direcciones distintas. Pero debe proporcionarse a todos una caja de herramientas básica única para permitir la automejora a aquellos que lo deseen.
Y hombres y mujeres deberían trabajar. Esto puede ser en casa o en el puesto de trabajo. Pero cada uno de nosotros tenemos el derecho y la responsabilidad de crear y abastecernos a nosotros y a nuestros seres queridos.
El respeto a la razón y la lógica ha facilitado el desarrollo de las ciencias y la tecnología que han transformado nuestro continente y nuestro planeta entero. Internet, la medicina moderna o los viajes espaciales, todos son resultados positivos de este respeto.
Sí, la razón y la lógica tienen sus límites. Pero tienen un mecanismo autocorrector en forma de argumento razonado. Y actualmente son el mejor modelo disponible para analizar el mundo que nos rodea.
Aún debería quedar espacio para la fe y el misticismo de los creyentes. Pero fe con ojos y oídos abiertos. Después de todo, usted puede rezar antes de viajar en avión. Pero aún así, usted nunca confiará en su líder espiritual para construir el avión.
La historia nos ha enseñado que el diálogo constante en positivo significa que nuestros valores centrales benefician al individuo y la sociedad en conjunto. Por ejemplo, el diálogo continuado acerca de la constitución de los Estados Unidos condujo a la metamorfosis de la oración “Todos los hombres son creados iguales” de significar hombres blancos a hombres y mujeres blancos, pasando por todos los humanos – blancos y negros. La botella de vino permaneció sin cambios. Pero el vino cambió – a mejor.
Solamente a través del debate contínuo acerca de las definiciones positivas de sus valores centrales, Europa puede evitar un vacío ideológico en su sociedad. Y éste es un vacío peligroso que ha conducido a muchas mentalidades europeas refinadas a satisfacer su apetito ideológico en los movimientos radicales – tanto seculares como religiosos. La herramienta más fuerte que tienen para protegerse ellos y su sociedad es devolver el positivo a sus valores centrales.
Nir Boms es vicepresidente del Centro para la Libertad en Oriente Medio